Restaurante La Paz, Cantarrana. Viveiro. Lugo.
Aprovechando que era Jueves Santo hicimos una visita a una de las villas más animadas en estas fechas y con una gran tradición en la Semana Santa, Viveiro. Y para reconfortar nuestros cuerpos después de haber reconfortado nuestras almas fuimos a comer a un restaurante que me habÃan recomendado, La Paz.
Es un local con una primera parte donde hay un bar con cierto aire de principios de los noventa y al fondo hay un comedor con unas quince mesas aproximadamente siguiendo con la lÃnea de  decoración noventera del bar.
La carta tiene un poco de todo pero como era Semana Santa decidimos tomar pescado, bueno no era esa la razón. El local tiene muy buena fama en productos del mar como pudimos comprobar a posteriori.
Mientras esperamos, por que esperamos un buen rato a que nos atendieran y también por los platos pero lo disculparemos debido a que el restaurante estaba lleno, nos pusieron un plato de unas ricas croquetas de marisco. Un buen detalle para entretener la espera.
El primer plato fueron unos pimientos rellenos de marisco (13€) para compartir. El plato constaba de tres pimientos de piquillo rojos y como novedad otros tres pimientos verdes rellenos de una crema con marisco. Este plato nos dejó un poco frÃos, no es que estuviera mal pero esperábamos mucho más. No tenÃa sabor a marisco ni encontramos tropezones dentro.
En los segundos mejoro la cosa, a pesar de que el servicio nos trajo primero un plato y tras cinco minutos trajo el resto de platos de la mesa, un pequeño fallo. Todos decidimos probar el rape en distintas preparaciones. Mis socios se pidieron el rape en salsa verde (22€). La ración era generosa con abundante salsa, patatas, almejas, espárragos y sus buenos trozos de pescado que según la opinión de ambos estaban espectaculares.
En mi caso me pedà el pescado con una de mis preparaciones preferidas, el rape a la plancha (21€). Al igual que a mis compañeros la ración era generosa y el sabor del pescado excepcional. Con el toque justo de plancha, no quemado como hacen en algunos sitios. El rape era fresquÃsimo con esa consistencia y ese sabor que cada dÃa es más difÃcil de encontrar. Nada que ver con las colas de rape chino congelado que empiezan a proliferar por nuestros restaurantes.La guarnición eran unas ricas patatas cocidas y ensalada.
En los postres tuvimos otra grata sorpresa. Por un lado un refrescante sorbete de limón (4.50€) que vino de perlas ya que hacia calorcito. Me gustó mucho, el toque justo de limón y con la textura adecuada. Nada de cristales de hielo por el medio.
Y por otra parte una riquÃsima espuma de requesón (3€) coronada con unas fresas. A mis socios en estas aventuras gastronómicas les entusiasmo.
No habÃa café de pota, sigo con mi manÃa de reivindicarlo, y tomamos cafés normales que acompañamos con licores donde destacamos el licor de hierbas que veis en la foto que más parecÃa tostada. De sabor suave y sin que predominase el alcohol del destilado sobre sus aromas primarios. Los cafés y licores fueron invitación de la casa.
Hemos de hacer mención especial del pan de la casa (0.90€). Una bolla del paÃs muy densa, de miga consistente y corteza fina. Nos gustó a todos los comensales y ayudo a tomar las salsas. Excelente.
El vino fue un valor seguro de la D.O. Valdeorras, Guitian (18€). Un godello fresco, alegre, sin acidez que conjuga a la perfección sus virtudes con los buenos pescados de la Mariña lucense. La carta de vinos del local era amplia con las habituales referencias de D.O. gallegas como nacionales si bien me parecieron un poco caros los precios de los vinos.
En la zona de Cantarrana nos encontramos con este pequeño restaurante especializado en pescados de calidad, no en vano estamos al lado de puertos como Celeiro y Burela, y con unos postres que nos dieron una agradable sorpresa. Puede que repitamos.